Crecen las ofertas de casas y de departamentos como alojamiento. El debate sobre precios, pago de impuestos y nuevos hábitos. Un encuentro internacional discutió el tema. Qué se dice desde Córdoba. Advierten de un crecimiento notable de sitios como Booking y Airbnb.
Así como a nadie se
le ocurre hoy intentar nadar contra la corriente que en todo sentido representa
internet, los hoteleros del mundo se reunieron durante dos días en Barcelona
(España) para “encontrarle la vuelta” a la oferta de alojamientos a través de plataformas
virtuales, que está cambiando los hábitos de contratación de servicios
turísticos en todo el planeta. Córdoba está dentro de ese mundo y también
empieza a debatir cómo adaptarse a ese escenario.
La segunda reunión
del movimiento REFORM BnB fue un encuentro internacional en el que cámaras
hoteleras de 25 países armaron un frente común para intentar frenar los
perjuicios que –según sostienen– les ocasiona el alojamiento turístico
informal.
El fenómeno es
global y vino para quedarse. Los hoteleros de Córdoba, como los de todo el
mundo, ya no se quejan del impacto de internet. Saben que sería en vano.
Además, en muchos casos, la red de redes les sirve. El frente de pelea, en este
caso, es por el avance de la contratación de alojamiento informal, sobre todo
en viviendas, que les achica su torta en el mercado.
Hoteleros y
cabañeros (también los cordobeses) reclaman por la “competencia desleal” que
representa que cualquier persona alquile su casa, o su habitación, sin pagar
impuestos y sin que haya control sobre las normas de calidad y de seguridad que
a ellos se les exigen.
Las plataformas
digitales –las extranjeras Booking y Airbnb son las más conocidas– concentran
ya la mayor parte de las contrataciones en Argentina. Una buena porción de su
oferta corresponde a casas o a departamentos.
Según Fernando
Faraco, director de la Asociación Hotelera y Gastronómica de Córdoba, en
Argentina habría hoy unas 432 mil plazas en establecimientos en regla, frente a
más de 480 mil de la oferta en propiedades de alquiler temporario, en su
mayoría sin control ni tributación.
El dilema es que,
por precios y por nuevos hábitos, esas otras opciones informales crecen.
Un asunto global
Paulo Luzevich,
vicepresidente de la Federación Hotelera Gastronómica de Argentina (Fehgra), representó
a nuestro país en el encuentro. Según aseguró a La Voz, se avanzó en ideas
“para fomentar una competencia más leal”.
El punto principal
acordado por los empresarios de todo el mundo fue la elaboración de un registro
de alojamientos de todo tipo que sirviera a las autoridades de cada ciudad para
identificar las unidades que se ofrecen y a sus responsables.
“Ciudades como
Barcelona, París, Buenos Aires y Toronto, o países enteros como Colombia,
Croacia, Grecia, Suecia y Alemania, ya aplican este registro. Pero se quiere
hacerlo extensible al resto de los destinos”, señala el documento del
encuentro. En Córdoba, por caso, no se aplica en ninguna ciudad.
Luzevich remarcó
que “es un problema que está en todo el mundo, con distintos niveles de avance
o de encuadre según el lugar”. Planteó que “hay sitios donde está más contenido
desde la legislación, como en Europa y en Estados Unidos, y otros donde está
acomodándose, como en Latinoamérica”.
“Lo más importante en cuanto a cantidad de
ofertas informales son las casas y los departamentos. La mayoría están en
Airbnb, pero todas las demás plataformas también las tienen”, comentó el
vicepresidente de Fehgra.
“Buscamos crear un
registro que contenga a todos para que pueda ser informado a los usuarios y
para que todos tengan la garantía de que cualquiera de esos servicios está en
condiciones”, apuntó. Además de la competencia leal desde lo tributario, el
planteo incluye la idea de garantizar cierta seguridad a los huéspedes “de que
alguien responderá ante algún problema”.
Otros hábitos
Luzevich admitió
que los establecimientos tradicionales deben adaptarse a los nuevos hábitos de
consumo turístico. “Muchos turistas buscan otro tipo de experiencia y hasta de
convivencia, y eso lleva a que muchos hoteleros tengamos que replantearnos
algunos aspectos que hacen a nuestros servicios”, reconoció.
Opinó que uno de
los mayores problemas que tienen los hospedajes tradicionales de Argentina es
la “sobrecarga” de impuestos y tasas nacionales, provinciales y municipales.
Anticipó, además,
que lo que viene en el país es “una mesa de diálogo con el Gobierno nacional y
los provinciales, a través del Consejo Federal de Turismo, para buscar
armonizar políticas en materia tributaria”.
Si de algo se han
quejado los establecimientos turísticos en los últimos años, es por la baja de
su rentabilidad. Apuntan que no pueden adecuar sus tarifas a los aumentos
inflacionarios desde hace una década y que, a la vez, la carga impositiva no ha
dejado de crecer.
Frente al cliente
Otro punto debatido
en el encuentro en España fue una medida ya vigente en algunas ciudades como
Barcelona y París, que por ley fijaron las responsabilidades legales de las
plataformas digitales y de los anfitriones que hospedan visitantes. “Deben
asumir también sus responsabilidades frente al cliente”, resume el documento
acordado.
El representante de
los hoteleros cordobeses en Fehgra, Alejandro Moroni, opinó ya que “es
irreversible” el cambio de hábito en los modos de contratación por parte del
turista. “Tengo clientes de hace 20 años que ahora me hacen la reserva por esas
páginas. El futuro viene por ahí, pero tiene que venir con las mismas reglas
para todos”, enfatizó.
Una oferta muy
amplia: la clave para elegir en red
Sólo en Villa Carlos Paz, Booking ofrece 503 lugares de alojamiento, que
van de hoteles reconocidos a complejos de cabañas y de departamentos. Airbnb,
por su parte, presenta más de 300 opciones para el alojamiento en Villa Carlos
Paz, y enfoca la oferta en alquileres particulares de casas y de departamentos.
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